jueves, 6 de enero de 2011

EL DISCURSO DEL REY


El sincero poder de la palabra.

En la vida hay papeles que nos toca afrontar, a cada cual con el suyo. Como por ejemplo el de un Rey, alguien que debe representar un estado, mostrar convicción y seguridad a todo un país. Pero, ¿Qué pasaría si un Rey tuviera una dolencia al hablar y comunicarse con el pueblo? ¿Cómo afectaría esto a alguien al que corresponde tener un alto poder de persuasión? Esta es la historia (real) que nos plantean en estado de gracia el guionista David Seidler, el director Tom Hooper (The Damned United) y sus excelentes actores protagonistas, Colin Firth y Geoffrey Rush en El discurso del Rey.


A través de la anécdota de la tartamudez del Rey Jorge VI, el guionista, David Seidler, escribe un relato de superación personal, sobre la amistad y el encuentro de clase social que surge entre un monarca y un logopeda. Con diálogos de una solemnidad y riqueza asombrosa, Seidler firma un libreto sincero, libre y brillante. Lleno de emotividad, sin caer nunca en la farsa ni en lo tramposo, haciéndonos siempre participes de lo que se nos sugiere y de la conexión que puede existir entre la película y el espectador. 

Presentándonos unos personajes memorables como lo son Jorge VI y Lionel Logue, interpretados magistralmente por Colin Firth y Geoffrey Rush, respectivamente. La interpretación de Firth es un prodigio. Dota de una increíble sensibilidad en cada gesto, cada mirada, plagado de energía y de una cercanía sorprendente. Por su parte, Rush no se queda atrás como el hombre que ayuda al jefe de estado en su aprendizaje de la palabra. Su Lionel está pleno de humanidad y encanto. Un logopeda con aires de actor Shakesperiano, con un brillo que Rush engrandece el personaje. De ambos protagonistas nace una amistad que va más allá entre la frontera de la lucha de clases, unidos bajo la esperanza de que mejorar, tanto el uno como el otro, es algo viable.


Recordar a los grandes secundarios, Helena Boham Carter, aportando tranquilidad y sutiliza a su personaje, y el resto como: Michael Gambon, Guy Pearce, Derek Jacobi y Timothy Spall. Todos ellos sobresalientes en sus respectivos papeles, conceden al film un elenco actoral de un nivel excelente.

El trabajo de Tom Hooper detrás de las cámaras es maduro. En todo momento sabe dónde colocar la cámara, que mostrar y de qué manera hacerlo. Una dirección lúcida y bien perpetrada con el trabajo de fotografía y un maravilloso diseño de producción. Si hay algo reprochable al film y a la labor de Hooper es un cierto bajón de ritmo en el segundo acto. 

Con escenas tan importantes como por ejemplo: la grabación del discurso de Jorge VI en la consulta de  Lionel, el implacable discurso de Hitler que observa Jorge VI asumiendo el poder que pueden tener unas palabras pronunciadas con fuerza y firmeza, o, el épico final; rebosante de emoción y traspasando la pantalla.


El discurso del Rey es un logro cinematográfico. Una cinta que nos habla sobre la fuerza oral de unas palabras, del extraordinario poder de un discurso. La responsabilidad de un hombre con humanidad y sentimientos, pero una marioneta excelsa de influencia para los ojos del mundo. Una composición triunfadora en medio de un horizonte de sentimientos ávidos de vida y esperanza en tiempos difíciles. 

NOTA: 8

4 comentarios:

  1. Colin Firth merece el Oscar.

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  2. Yo vi el reportaje en dias de cine y la tengo apuntada en pendientes, pero en DVD para verla en VO.

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  3. 101% Recomendable... la impotencia de no querer asumir responsabilidad por un defecto provocado en la infancia.. La lucha por no ser egolatra pues el rey se disculpa de su soberbia. Cosa que ya no existe en lo reyes actuales

    Se merecen todos los oscares..

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