martes, 8 de febrero de 2011

CAMINO A LA LIBERTAD


Camino al tedio.

Peter Weir es un cineasta que goza de una buena reputación gracias a películas como: Único testigo, El club de los poetas muertos, El show de Truman, Master and Commander: al otro lado del mundo, entre otras. El director australiano nos ofrece Camino a la libertad, un intento de someter al espectador a un ejercicio de puro dramatismo y desesperación, llevando al limite a sus protagonistas. Lamentablemente, para disgusto de Weir, se ha olvidado estrepitosamente de la narración y la ha llevado camino al aburrimiento más despótico.


Weir se empeña en mostrar paisajes y parajes de lo más espectaculares que tras ellos hay un trasfondo vacío y carente de alma. El problema radica en un guión completamente desestructurado. Falta profundización en la historia, en los personajes, pasamos poco más de dos horas de película sin que lleguemos a conectar con ellos. Y que se dé esta circunstancia en un relato sobre una odisea es un inmenso traspié. 

En lo que apartado técnico se refiere, no hay reproche. El talento de Weir es indudable, igual que el trabajo de fotografía, diseño de producción, vestuario, incluso maquillaje. Pero la narración no avanza nunca. Es tosca, mecánica y repetitiva. El espectador sufre más por las ganas de que finalice la proyección que por la situación de los personajes.

Un reparto de lo más correcto, con poco que rascar entre ellos. Ed Harris, Colin Farrell, Saoirse Ronan, todos ellos le ponen ganas, pero es un esfuerzo inútil dada la falta de frescura en la historia y en los personajes. Es una pena que un proyecto de esta envergadura, con los nombres de sus protagonistas y el de su director, haya terminado en este resultado.


Señor Weir, la próxima vez profundice más en escribir unos personajes más definidos, con mayor carga emocional y no tan planos. Y no pase por alto la narración y al espectador, algo que olvidó a la hora de perpetrar Camino a la libertad. Quizás con pequeñas dosis de esos elementos, consiga hacer un largometraje a la altura de los de su célebre carrera. Mientras tanto, seguiré viendo mi DVD de El show de Truman.

NOTA: 4