miércoles, 29 de junio de 2011

CABALLEROS, PRINCESAS Y OTRAS BESTIAS


En la misma Edad Media la habrían metido en la hoguera.

Pues sí. La verdad es que si en la propia Edad Media hubiese aparecido un zurullo de estas características, a sus autores, los habrían llevado a la hoguera por herejes o algo parecido. Entiendo las películas que intentan buscar el humor de culo, pedo, pis, pero no logro entender el esperpento que se ha sacado de la manga David Gordon Green, director de Superfumados, del guión de Danny McBride, actor, qué ya de por sí, cuesta encontrarle la gracia, imaginároslo escribiendo un libreto. Ni una maldita carcajada en Caballeros, princesas y otras bestias, ni una sola. Y para colmo, sus protagonistas: el mismo McBride, James Franco, Natalie Portman y Zooey Deschanel. ¿En qué nacires estaban pensando?


Los chistes fallan, las reivindicaciones sexuales y porretas son ridículas, todo está tan mal elaborado que lo único en lo que uno piensa mientras van transcurriendo los minutos es en el tiempo que falta para que termine la agonía de semejante mojón. Un estilo de humor zafio y absolutamente podrido. 

La realización de Gordon Green es penosa. El diseño de producción, cutre y soso. La música de Steve Jablonsky (Transformers) tiene su gracieta, pero el resto es un despropósito de proporciones desorbitadas. Y entrando a valorar el reparto, poco más que comentar, aparte de la pregunta hecha en el primer párrafo, ¿en qué pensaban? ¿en la pasta? Venga ya. De un elemento cómo McBride me lo esperaba, ¿pero de un tipo al que su carrera va viento en popa cómo James Franco? Lo de Natalie Portman empieza a ser preocupante. No puede ser que la reciente ganadora del Oscar a la mejor actriz, no pare de hacer la mierda que está haciendo por un tubo. Lo dicho, algo inaudito.


Siento no poder hacer una crítica más extensa, pero me pasaría todo el rato comentando cada insalvable aspecto de esta estúpida bazofia. Caballeros, princesas y otras bestias logra ser la vergüenza del cine de parodias. No sé si realmente algunas otras son buenas o es que ésta es peor que un dolor de testículos. Da igual. Mi humilde consejo es que paséis de ella cómo del estiércol. Ni el falso trasero de Portman, ni la tranca de minotauro que regalan a la protagonista de Cisne Negro, merecerá vuestro preciadísimo tiempo. Asquerosamente infumable.

NOTA: 2

1 comentario:

  1. si y al parecer no ha gustado en Estados Unidos lei en otro post en fin un saludo.

    vaya patata.

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